Por Tracey Chandler para ContactChile
Traducido por Ana María Valenzuela

Una de mis mayores preocupaciones al llegar a una nueva ciudad a vivir, trabajar, estudiar, o establecer cualquier tipo de proyecto a largo plazo, es saber si podré mantener mi rutina deportiva.

No todas las ciudades tienen gimnasios o clubes deportivos abiertos los domingos, por ejemplo, lo que para mí es crucial, ya que es el día que solía dedicar al deporte cuando vivía en Londres. De modo que, una vez instalada y adecuada a mi rutina de trabajo en Santiago, comencé mis investigaciones.

Club Providencia

Club Providencia fue uno de los primeros clubes deportivos que descubrí, principalmente porque se promocionan bastante en Internet, y no es difícil llegar desde donde trabajo. Sin duda es un espacio familiar que ofrece bastantes programas, incluidas varias actividades que se llevan a cabo durante el verano, para las vacaciones escolares.

Este Club está pensado principalmente para los vecinos de Providencia, pero también pueden acceder a él quienes trabajan en la comuna o particulares. Pagando una cuota de entre $20.000 y $30.000 mensual puedes acceder a la mayoría de las instalaciones del Club. Sin embargo, al momento de inscribirte debes pagar una cuota de incorporación no menor dependiendo de la relación que se tenga con la comuna.

El Club cuenta con un gimnasio completamente equipado, piscina al aire libre y cubierta, variadas clases como yoga, aerobox, zumba, karate, entre otras, un restaurant y salón de actividades.

Otra cosa interesante que descubrí es que el Club Providencia está asociado a otros clubes deportivos dentro de la comuna, como el Club de Tenis Providencia, el Spa Club Providencia, el Centro Deportivo Santa Isabel y el Centro Deportivo El Aguilucho, de manera que puedes acceder también a los servicios de esos clubs a precio rebajado si ya eres parte del Club Providencia.

Estadio Español

Mi experiencia en el Estadio Español de Las Condes fue totalmente distinta. En vez de incentivar a más gente a convertirse en nuevos socios, pareciera que el Estadio Español está más interesado en mantenerlos fuera. El proceso de inscripción es tan formal y desgastante como postular a un trabajo: me solicitaron presentar una carta formal dirigida al presidente del club o al directorio, mencionando por qué tenía interés en ser miembro.

Junto con la carta, también era necesario indicar los nombres de al menos dos integrantes del club que pudieran recomendarme para ingresar. Además debía presentar una copia de mi certificado de nacimiento, algunas fotos tipo pasaporte y el formulario de solicitud de ingreso, por supuesto. Luego, la persona en recepción se mostró bastante preocupada por el hecho de yo no era de nacionalidad española. Aparentemente si eres un español, que resulta estar viviendo en Santiago, eres más bienvenido.

No fue una experiencia agradable en ningún sentido. Desde que llegué a Santiago mucha gente me había comentado lo clasista que era la sociedad y lo importante que es el colegio o la universidad a la que fuiste. No me había tocado enfrentarme a una situación donde este hecho se reflejara de manera tan elocuente.

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Estadio Las Condes

Pasando a otro tema, mi experiencia en el Estadio de Las Condes, fue algo más parecida a la del Club Providencia. Puedes nadar, bailar, utilizar las máquinas, arrendar canchas de tenis o fútbol, comer en su restaurante, tomar sol, o descansar en las áreas verdes. Mi consejo, no obstante: Si quieres pagar de más e ir a un gimnasio donde nadie te hable y todos estén preocupados de la marca de tus zapatillas o de tu ropa, inscríbete en el Estadio Las Condes. Si quieres disfrutar de un ambiente más cálido, lleno de vida y familias felices, elige el Club Providencia.

A propósito de pagar de más, vale la pena mencionar que me llevé una buena sorpresa cuando vi los precios mensuales para adultos en el gimnasio Balthus de Las Condes. Desde $95.000 más cuota de incorporación. No es necesario agregar que descarté rápidamente esta opción. Sí, tiene un spa, hidromasaje y todo se veía de primer nivel, pero también se veían bien varios otros clubes que visité donde no eran necesario desangrarse cada mes para pagar la cuota.

Lady Gym

Un poco aburrida de la situación en Providencia y Las Condes, decidí buscar también opciones más cerca de donde vivo, Santiago Centro. Fue así como di con Lady Gym, a sólo cuatro cuadras de mi casa. Y la verdad, estoy encantada con el servicio. Renovaré mi membresía sin dudar.

Lady Gym es más un gimnasio que un club deportivo. Si buscas sencillamente levantar pesas, tomar clases de diferentes cursos, recibir consejos de nutricionales, anotarte en tratamientos de masaje o sauna, este es tu lugar. Lo que más me gustó de este lugar es lo agradable que es la gente y lo simpáticos que fueron cuando fui por primera vez a preguntar. El equipamiento no es el más tecnológico quizás, y también le vendría bien una nueva capa de pintura, pero las clases de baile entretenido a las que asisto cada miércoles son tan divertidas que con eso me doy por pagada.

Como es obvio y se puede deducir de su nombre, Lady Gym es un gimnasio solo para mujeres. Otro plus, honestamente, para mí. La mayoría de las chicas que vienen lo hacen de las 18:00 en adelante, usualmente hasta las 21:00, que es la hora de cierre. Entre las clases de la tarde se genera un ambiente muy agradable, donde algunas cuentan qué tal estuvo su día o se relajan conversando. El procedimiento de rutina en este gimnasio es que te pesen y midan tus índices todos los meses para ver tu avance y ayudarte a hacer rutinas que se adecuen a tus necesidades o metas.

Puede que Lady Gym no tenga el mejor equipamiento del mundo, pero para una extranjera que quiere mantenerse en forma cerca de sus nuevos barrios en Santiago Centro es el lugar perfecto para hacer amigas y sentirse segura.

¿Conoces algún gimnasio o club deportivo en Santiago que quisieras recomendar? ¡Cuéntanos en los comentarios!

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