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Arrendar un departamento en Santiago con mascotas: Consejos para evitar obstáculos y garantizar una buena convivencia

La presencia de mascotas en los hogares chilenos ha aumentado considerablemente en las últimas décadas, convirtiéndolas en parte fundamental de la familia. Sin embargo, arrendar un departamento con un perro, gato u otra mascota, puede ser todo un reto. A pesar del creciente amor por los animales, muchos propietarios mantienen la temida regla del “no mascotas”.

Este artículo explora las razones detrás de esta decisión y cómo los arrendatarios pueden superar los obstáculos para vivir con sus compañeros peludos.

El desafío de encontrar arriendo con mascotas

Muchas personas se enfrentan a una negativa rotunda al intentar arrendar un departamento teniendo mascotas. Los arrendadores muchas veces imponen reglas estrictas sobre el ingreso de animales a sus propiedades. ¿Por qué? Las razones varían, pero existen varias preocupaciones comunes:

  • Posibles daños a muebles y estructuras: Las mascotas pueden causar desgaste en los muebles o incluso dañar la infraestructura del departamento. Esto implica gastos adicionales en reparaciones y mantenimiento, lo que genera una preocupación legítima para los dueños de la propiedad.
  • Aumento de los costos de mantenimiento y limpieza: Las mascotas requieren limpieza constante, y esto se traduce en gastos extras para los propietarios. Además, algunos animales pueden dejar olores persistentes que exigen una limpieza más especializada.
  • Riesgo de molestias a otros residentes: Si bien la mayoría de las mascotas son cariñosas y tranquilas, algunas pueden hacer ruido (ladridos, maullidos) que podría generar molestias a otros inquilinos, afectando la armonía del edificio o condominio.
  • La legislación actual: En Chile, la ley permite a los propietarios decidir si aceptan o no mascotas en sus propiedades arrendadas, lo que deja a los inquilinos en una posición complicada si tienen animales.

¿Cómo superar estos obstáculos?

Si bien las preocupaciones de los arrendadores son comprensibles, existen varias maneras en las que los arrendatarios pueden asegurar una convivencia armoniosa con sus mascotas. Aquí te dejamos algunos consejos para aumentar las posibilidades de éxito:

  1. Negociar cláusulas específicas en el contrato de arriendo
    Es fundamental establecer responsabilidades claras en el contrato, especialmente cuando se trata de mantener el departamento en buen estado con la presencia de mascotas. Esto puede incluir detalles sobre cómo manejar el desgaste, la limpieza y los posibles daños. Asegúrate de acordar todos los términos por escrito para evitar malos entendidos en el futuro.
  2. Presentar referencias y garantías
    Demuestra que eres un arrendatario responsable. Si ya has vivido en propiedades anteriores con tu mascota, incluye referencias de antiguos arrendadores que puedan dar fe de que tu animal de compañía no causó inconvenientes. Además, puedes presentar certificados de comportamiento o incluso documentación de visitas al veterinario para respaldar tu compromiso con el bienestar de tu mascota.
  3. Comprometerse con responsabilidades financieras
    En caso de que se presenten daños o la necesidad de una limpieza profunda, es conveniente comprometerte por adelantado a cubrir los costos adicionales. Ofrecer una “garantía de mascota”, donde se agregue un monto adicional al depósito de arriendo o un seguro para mascotas, puede ser una excelente manera de tranquilizar a los propietarios.
  4. Mantener una buena comunicación con el propietario o administrador
    La comunicación es clave en cualquier relación, y más aún cuando se trata de arrendar con animalitos. Es importante mantener informados a los arrendadores sobre el comportamiento de tu mascota, especialmente si se presentan situaciones fuera de lo común. En caso de algún incidente, la disposición para resolver el problema de manera rápida y efectiva puede marcar la diferencia.

En definitiva…

Arrendar un departamento en Santiago con mascotas no tiene por qué ser una misión imposible. A pesar de los desafíos que puedan surgir, existen formas de facilitar el proceso y garantizar una buena convivencia para todos. Si eres un arrendatario responsable y transparente, y los propietarios comprenden que la presencia de tu mascota no tiene por qué generar problemas, ¡seguramente encontrarás el hogar perfecto para ti y tu compañero peludo!

Además, es esencial ser siempre honesto sobre la mascota que planeas llevar contigo. No escondas detalles importantes, como por ejemplo, el tamaño de tu perro o cualquier otra característica que pueda sorprender al propietario más tarde. Al ser claro desde el principio, evitas malentendidos y demuestras que eres un arrendatario confiable, lo cual te ayudará a establecer una relación más fluida con el arrendador.

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